REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y ARQUITECTURA
Entendemos por Revolución Industrial el proceso de
evolución que conduce a una sociedad desde una economía agrícola tradicional
hasta otra caracterizada por procesos de producción mecanizados para fabricar
bienes a gran escala. Para los historiadores, el término Revolución Industrial
es utilizado exclusivamente para comentar los cambios producidos en Inglaterra
desde finales del siglo XVIII; para referirse a su expansión hacia otros países
se refieren a la industrialización o desarrollo industrial de los mismos.
Fue la mejor época de todas y también la peor, la
época de la sabiduría y la locura, era la época de la fe, era la época de la
incredulidad, el tiempo de la luz y el tiempo de la oscuridad; en suma se
hallaba tan alejada de la época presente que algunas de las más destacadas
autoridades insistían en calificarla solo en términos superlativos, para bien o
para mal.
La primera Revolución Industrial tuvo lugar en Reino
Unido a finales del siglo XVIII; supuso una profunda transformación en la
economía y sociedad británicas. Los cambios más inmediatos se produjeron en los
procesos de producción. El número de productos manufacturados creció de forma
espectacular gracias al aumento de la eficacia técnica. En parte, el crecimiento
de la productividad se produjo por la aplicación sistemática de nuevos
conocimientos tecnológicos y gracias a una mayor experiencia productiva, que
también favoreció la creación de grandes empresas en unas áreas geográficas
reducidas. Así, la Revolución Industrial tuvo como consecuencia una mayor
urbanización y, por tanto, procesos migratorios desde las zonas rurales a las
zonas urbanas.
Algunas de las mejoras higiénicas depende de la
industria; por ejemplo, las viviendas alcanzan mayor salubridad al reemplazarse
la madera y la paja por materiales más duraderos y, aun mas, al producirse la
separación entre vivienda y trabajo.
La revolución industrial modifica la técnica
constructiva, de modo menos aparente que en otros sectores. Los materiales tradicionales,
piedra, ladrillo, madera, son trabajados de manera más racional y distribuidos más
libremente; a estos se unen nuevos materiales como la fundición, el vidrio y, más
tarde el hormigón; los progresos de la ciencia permiten poner en práctica de modo
más conveniente los materiales, y medir su resistencia; mejorar las
instalaciones de las obras, y se difunde el uso de maquinarias para la
construcción.
En este periodo hubo un incremento de habitantes, esto
no se debe a un aumento en la tasa de natalidad, ni tampoco a un predominio de
la inmigración sobre la emigración, sino a una notable reducción del
coeficiente de mortalidad, no cabe duda de que las causas de este descenso son
de orden higiénico.
La industrialización es una de las respuestas posibles
al incremento de población, y depende de la capacidad de intervenir eficazmente
sobre las relaciones de producción, al objeto de adaptarlas a las nuevas
exigencias.
La ilustración, en el siglo XVIII, se dispone a
discutir todas las instituciones tradicionales, separando las a luz de la razón.
L'esprit de raison, aplicando la cultura arquitectónica, ataca y pone en claro
lo que permanecía en sombra desde el siglo XV, es decir, el exacto alcance de
las reglas formales del clasicismo, analizando objetivamente los ingredientes
del lenguaje corriente y estudiando sus fuentes históricas, o sea, la
arquitectura antigua y renacentista.
La Revolución industrial producida en el siglo XIX
produjo también una revolución en la arquitectura y en la ingeniería, en
particular por la aplicación del uso del acero como material de construcción.
Los pabellones de la exposición del Centenario de la Revolución Francesa, La
Torre Eiffel, La posibilidad de cubrir grandes luces y ejecutar puentes.
El
cambio en la manera de construir y por ende el cambio y las nuevas
posibilidades de proyectar el uso del acero posibilitó la aparición del
hormigón armado ya en el siglo XX lo cual concretó una segunda revolución (El Bauhaus,
Le Corbusier, Alvaar AAlto, etc) que hicieron propuestas en base a los nuevos
materiales y tecnologías.
Además la utilización industrial del Hierro posibilitó
la construcción de puentes de mayores dimensiones, la creación del ferrocarril
implicó también la creación de nuevos espacios como los hangares para los
trenes, las estaciones, los puntos de intercambio, etc.
Con el hierro se empezaron con los primeros avances en construcción masiva de elementos prefabricados, como el Palacio de Cristal de Paxton para la primera exposición Mundial.
CONCLUSIONES
No cabe duda que la Arquitectura empieza a surgir con más
fuerza, a medida que la revolución industrial va logrando adelantos en todos
los aspectos:
- Uno de los más importantes es que gracias a la migración a las ciudades, se inicia una demanda de viviendas para todo tipo de habitantes, sobresaliendo aquellos que tenían la oportunidad de trabajar en fábricas o grandes empresas en donde percibían ingresos de manera permanente y con ello pensar en adquirir sus propias viviendas.
- Otro aspecto importante es que gracias al progreso de la ciencia se inicia la utilización de nuevos materiales para la construcción, y por ende medir su resistencia; mejorar las instalaciones de las obras, y se difunde el uso de maquinarias para la construcción que permitió a los constructores y arquitectos de la época, utilizarlos de acuerdo con los modelos de vivienda que se proyectaban.
- La Revolución Industrial fue el mayor cambio tecnológico, socioeconómico y cultural ocurrido entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, que comenzó en el Reino Unido y se expandió por el resto del mundo.
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